Y ella sigue así.

Quéjate pero empieza tu rutina, termina.
Quédate y vive esa vida, perdida.
Di que no hay salida, mentira.
Descansa.
Respira
Resígnate.
Cautiva...

Microcuento

Y él, que se creía experimentado en eso de amar, se dio cuenta de que era un novato más...

Microcuento (pensamiento)

A partir de entonces, cuando no tenia nada que hacer, no podía dejar de pensar en cómo una persona tan "chica" podia haberle hecho tanto daño y en tan poco tiempo.

Ya, hasta cosas tan ordinarias como una lata de Monster, le recordaba las sonrisas que ella le regalaba.

Dicen que hay que cuidar aquello que quieres, yo te cuidé lo mejor que supe y, aun así, no fue suficiente...

Microcuento (cicatrices)

- Oye, ¿cómo te hiciste esa cicatriz del brazo derecho?
+ Corrí demasiado por alguien que no habría andado ni dos pasos por mí.

Microcuento.

Finalmente, decidio comenzar a reir porque llorar ya le aburria.

Microcuento

Perdía cada mañana unos minutos de su día metida en la cama y pensando en sus movidas.

Microcuento

Ninguno de los dos estaba seguro, pero, al despedirse, ella lo besó (aunque breve) y algo se encendió en ellos que ahora quema.

Microcuento

Todo fue tan fácil y rápido que no tardó casi tiempo en aburrirse de ello.

Microcuento

Lo que nuestros protagonistas no sabían es que la verdadera maravilla de aquel país era la propia Alicia.

Es increíble como unos simples sonidos pueden cambiar de tal manera nuestro estado de ánimo, canciones que me obligan a necesitar un abrazo, otras que me alegran más que nada y otras que, incluso, me hacen sentir tan seguro como en mi hogar...

¿Cómo es posible que una canción pueda hacerme sentir seguro?

No lo sé, pero es una suerte que sea así.

La vida es un show en el que nosotros escribimos el guión y, por lo tanto, podemos hacer que sea del género que queramos... ¡Yo elijo la comedia romántica!

Traidora.

Traición
que como puñal clavas
profundo por la espalda
hasta llegar al corazón.

No creo que cueste nada
salir por fin de mi vida
y dejar tus palabras encerradas
en otra boca, con otra saliba.

Si hubiera sabido que eras así
ni me habría molestado
en hacerte feliz a ti
y dejarme a mí de lado.

Como el hielo, ella quema.

Es con solo oír su nombre que empiezo a temblar,
no sé si de frío por su ausencia
o por el deseo de poderla abrazar.
Aquella a quien mi tiempo regalé
toda la verdad prometí,
y te prometo que esto aquí escrito
te lo escribo solo a ti.

La vida es una carrera de resistencia llena de rocas y pastos.

Y es que por mucho que imagine, no sé qué me deparará el futuro.
Y es que por más que lo intento,
no dejo de pensar, ni un vago momento,
¿qué podrá pasar?
Por más que imagine, no sé qué me depara el futuro.
Lo veo claro a momentos,
a momentos, oscuro.

Epístola

Dicen que la carta que te mandé se perdió.
Espero que así fuera, porque sino...
Yo no sé qué sería de mí al saber
que no me contestaste, ardería de dolor,
consumido en mis cenizas y solo, sin tu amor;
Mis ojos hundidos, añorando tu calor;
Mis labios agrietados, secos, sin sabor...

Atte. El que pudo ser y no fue.

Tú necesitas saber cómo soy yo necesito saber cómo sabes.

Que si eres tú soy yo de verdad, 100% tuyo, sin impedimentos. Sin miedo a besarte y caer en el intento. Sin creer que es un error esto que siento, contigo no vivo fingiendo, no parezco alegre estando triste, no miento.
Has visto lo peor de mí y sigues a mi lado, estando mal me has ayudado.
Eres... ¡Gracias!

Para poder volar necesito las alas que solo tus besos me dan.

¿Qué sería de mí sin ti?
Discuto a solas conmigo
y al saberlo comprendí
que no eres para mí
y que tu amor es un castigo.

Soy yo quien escribe mi historia.

En la novela que yo escribo
tú eres la heroína
y yo el héroe adicto.
Protagonistas cautivos
de los cuerpos respectivos.
Camina y ven conmigo
que contigo me siento vivo.