miércoles, 25 de noviembre de 2015

Y en tus ojos me perdí... Recorrí cada uno de sus rincones, acabé rodando por todos sus hoyos y entré en cada cueva... No sé qué pasó ahí dentro pero, cuando por fin conseguí salir, me tenías enamorado...

Con sus más y sus menos, ellos dos formaban el perfecto problema matemático.

Que lo que más le calentaba no era sol ni una estufa. Era su sonrisa.

Continúo yo, sin ti, que el camino no termina. En la vida, como el parchís, o mueves ficha o te piras.

Y decidió besarle los ojos porque sus labios pertenecían a muchos otros.

De tantos golpes que recibió, al final, su corazón se acostumbró a escupir sangre.

Si pudiera yo te daba

hasta en el cielo de la boca,

pero besos, no malpienses,

que te volvieran loca.

Soy preso de tus besos
porque no hay nada mejor:
pura droga que me chuto
y va directa al corazón.

Ella dijo que aquello era un sueño y él contesto que, si era un sueño, quería que le dejaran dormir '5 minutitos más'.